mi vida como la lucha constante por aceptar la mediocridad a la que la humanidad está condenada. uuuuuuuuuuuuuuuuuuh
nada es siempre bonito
, pero es bonito. .................... ..... "I LIKE PROSTITUTES, BOOZE AND CIGARETTES.... fuck kids"
así hablaron todos los Zaratustras actuales ¿dónde está mi Dios ahora?

viernes, 22 de julio de 2011

vii. razones que nunca hicieron falta



a mí que me dejen sola con las flores

las flores porque son los modelos más pacientes



el agua porque nunca se ve igual

cola al viento

los animales porque su espontaneidad me saca de quicio

el después

la gente porque ...

La gente, ¿por qué? ¿qué tiene de fascinante la gente? Seguiré intentando convencerme de que las películas de Woody Allen reflejan la realidad, hasta que vuelva otra vez a la playa.

Interesante es la palabra, pero no el problema. Desinterés es la enfermedad.
Cuando la hora dorada se convierte en atardecer la idea me ahoga.
A las 8 de la tarde todo parece más especial.
Probaremos suerte considerando las ocho como el eje de la vida.

"Siento mucha vergüenza, ¿puedo irme?" Anda, ¡tira!

lunes, 11 de julio de 2011

vi. money-flavoured

Ni acudir a un médico privado, ni comprarme ropa de marca, ni poder viajar, ni tener varias casas o kilógramos de joyas ha simbolizado para mí el bienestar económico visto según un niño tanto como los helados.

Desde que me acuerdo de aquella historia del padre que, enfadado a falta de cerveza en un bar en un parque, a la pregunta de su hijo pequeño de si le compraba un helado le respondió que "una mierda te voy a comprar" (de tal forma que el pobre chiquillo se puso a llorar), han sido siempre un mito en mi familia. Eso cuando todavía vivía en el país donde los parques son verdes.

He pasado de no comer helados a atiborrarme de ellos, pasando por pedirme siempre los más baratos o directamente no tener dinero. Y ahora que me he hartado de ellos, y, aunque, si algún día tengo hijos, jamás le negaré uno, me he dado cuenta de que, si bien no está mal tomarse uno de vez en cuando, no son lo más importante en la vida.

Y como me gustaría que la gente llegase a pensar lo mismo que yo.



Ellas, por ejemplo, se apañaban con un chupa-chups...

domingo, 3 de julio de 2011

v. cinco menos veinticinco vs. cuatro y treinta y cinco

Siempre había pensado que aquellas conversaciones fantasmas que mantienes con un desconocido y te marcan para el resto de tu existencia son un mito de bohemios. Hasta que se me acercó una yonki cani en la estación de autobuses de Murcia...

Sinceramente y prejuzgando por las pintas, pensaba que me iba a pedir dinero, porros, o, lo que es peor, un cigarro.

= Killa, ¿a qué hora sale tu autobús?
# A las cinco menos veinticinco.
= Ah, entonces no es el mismo que el mío. El mío sale a las cuatro y treinta y cinco.
# Sí, ¿no? No sé, yo voy a Mojácar, ¿tú adónde vas?
= A Málaga. Es que no sé cuánto tarda en llegar.
# Pues depende de cuántas paradas haga. Yo una vez llegué a pasar cuatro horas en el autobús yendo a Granada.
= Sí, pero Málaga está antes que Granada, ¿no?
# Yo creo que no...

Y aquí hemos el razonamiento definitivo...
= Pues si vamos en el mismo autobús y Mojácar está en Almería, y Málaga está debajo de Almería... Hostiaaa... Pues tampoco tardará tanto.

Imagínate mi cara de póker. Juro que toda esta conversación ha sido real y me ha marcado para el resto de mis días. No como el vagabundo que se nos acercó en la playa y nos contó su vida de artista bajo el nombre de El de las Cabras...
Esta mujer por lo menos me hizo descubrir lo que es la compasión.